domingo, 3 de junio de 2012

No te tomes nada personal


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¿Cuántas veces hemos perdido una amistad, nos hemos distanciado de nuestra pareja, de algún colega del trabajo o inclusive, de uno de nuestros familiares a causa de que "nos ha ofendido"? Vaya que lo he escuchado en más de una ocasión.

Es tan común que hoy en día nos sintamos ofendidos por que tal amigo tal cosa. Por que pienso que mi jefe esta usando su posición para hacerme enfadar a propósito. Por que mi familiar ha dicho una palabra que me ha parecido ofensiva.

Parece que hoy en día todos están en nuestra contra, y que lo único que buscan es hacernos sentir mal y que incluso empecemos a "pagarles con la misa moneda".

Pero, ¿Porqué es que nos sentimos tan mal cuando alguien nos dice o hace algo que nos ha ofendido? ¿Quién es el culpable de que nos hayan ofendido de tal manera? La respuesta es muy fácil, TU.


Probablemente estés diciendo "pero si es ella la que me ha hecho/dicho tal o cual cosa, ¿cómo puedo ser yo el culpable?". Quizás incluso te sientas ofendido y me estés odiando en este mismo momento.

Te expongo una de las situaciones mas comunes, en que nos sentimos ofendidos:
 - Al darle un regalo o un gesto a tu pareja, esperabas que reaccionara de tal o cual forma, sin embargo no fue así.

Es la diferencia entre las atenciones que esperabas que ella tuviera, a las que tuvo realmente las que te han herido.
De nuevo, todo esta en tu imaginación, pues solo tú has puesto en un pedestal a tu pareja y has creado las expectativas enormes que crees que tu pareja debe cumplir, cuando ella ni siquiera te ha pedido ni ha hecho algo para estar allí. Tú te has generado esa expectativa inexistente.
Tu pareja (o quien sea que te haya ofendido) no genera nada, tú te permites generartelo, tú has generado ese sentimiento de enculpar a esa persona

Actualmente la sociedad y los medios de comunicación nos han creado ideales de como "deben" ser las cosas. Las películas románticas, las telenovelas, las costumbres sociales, todo ha generado esas fantasías falsas de como deben ser las cosas en todos los aspectos de tu vida y como deben actuar los demás.
Fantasías que no tienen nada que ver con la realidad, una autentica mentira de como debe ser el mundo.

¿Eso significa entonces que nadie tiene nunca una intención verdadera de lastimarnos? No, en realidad muchas de las veces la otra persona en realidad si tiene intención de lastimarnos. El punto no es quitar esa culpa, mas bien no dejar que en efecto, nos lastime.
Esto es mas o menos parecido a aquella clásica frase "El hombre llega hasta donde la mujer quiere". Pudieramos cambiarlo a "El agresor ofende hasta donde el agredido quiere".  Me explico, una persona puede tener la intención de lastimarnos, simplemente en nosotros está el darle ese poder y subirla en un pedestal a modo que verdaderamente nos lastime.

Un clásico ejemplo que ha durado a través de los años es, el de poner la otra mejilla. Jesucristo nos enseña como actuar ante el hombre enemigo aquel que nos ha ofendido. Nos dice que nuestra actitud no debemos resistirnos, no por dejarnos hacer daño, si no mas bien "para vencer el mal con el bien". (Rom 12:21).

Cristo nos lo ejemplifica con 4 ejemplos de la vida cotidiana de ese entonces, lo puedes encontrar en el evangelio según san Mateo 5: 39-42:

1) "Si alguno te abofetea en la mejilla derecha, muestrale también la otra." Significa precisamente que no te dejes llevar por la ofensa de tu prójimo. No dejes que esa ofensa te haga daño, que te lleve a la depresión o, peor aún, a la venganza.
2) "Al que quiera litigar contigo el manto, dale también la túnica" ¿Porque tomarnos personal aquella persona que a cada momento posible nos esta queriendo quitar lo que tenemos? No sabemos si esa persona tiene la intención de fastidiarnos al estar quitandonos un poco de lo que tenemos, o si realmente es por causa de una necesidad. Entonces Cristo nos dice, que no te lo tomes personal, TU piensas que esa persona lo hace por querer dañarte, así que en lugar de negarle lo que te ha pedido, dale un poco mas.
3) "Si alguno te requisa una milla, vete con él dos" ¿Otra vez tu jefe te ha pedido que te quedes una hora extra, para arreglar aquel pendiente? No sabemos si lo hace realmente para sacarnos de nuestras casillas y renunciemos, porque no nos quiere. A ti te gusta creer que así es. La próxima vez que tu jefe te pida que te quedes una hora extra, no te lo tomes personal, antes bien quedate el tiempo que sea necesario, sin que esto signifique una emoción negativa de tu parte.
4)"Da a quien te pida y no rechaces a quien te pida prestado" (Lc 6:30) ¿Harto de aquella persona que solo te habla para fastidiarte y pedirte prestado? ¿Porqué yo que trabajé incansablemente toda la semana debo darle a esa persona cómoda y floja que no hace mas que aprovecharse de los demás? Bueno, lo cierto es que lo has tomado como ofensa cuando aquella persona te pidió ayuda, aun cuando TU piensas que no se lo ha ganado.

Todas las personas hemos nacido libres, y nadie tiene el derecho a coartar esa libertad, a menos que se lo permitamos. "Amense los unos a los otros, como yo los he amado" es el mandamiento que nos da Jesucristo en Jn 13:35. Ama a tu prójimo a cada momento, aun cuando tu ego y tu vanidad te digan que no lo merecen. Amalas en gratitud, alegría, en felicidad.

Te invito a que por tu propio bienestar y el de las otras personas, sigas estos 4 acuerdos que nos recomienda un autor anónimo para dejar de tomarnos las cosas personales y ser mas felices:

1. No supongas.
No des nada por hecho, no supongas intenciones. Si tienes duda, aclárala. Si tienes sospecha, pregunta. Suponer te hace inventar historias increíbles que sólo envenenan tu alma y no tienen fundamento.
2. Honra tus palabras.
Honrar a tus palabras es ser coherente con lo que piensas y con lo que haces. Eres autentico y te hace respetable ante los demás, pero mas importante, ante ti mismo.
3.Has siempre lo mejor.
Si haces siempre lo mejor que puedes, nunca podrás recriminarte ni arrepentirte de nada.
4.No te tomes nada personal.
Ni la peor ofensa. Ni el peor desaire. Ni la más grave herida. En la medida que alguien te quiere lastimar, en esa medida ese alguien se lastima a si mismo. Pero el problema es de él, no tuyo.